jueves, 7 de abril de 2022

Qué no es el autismo: algunos mitos o creencias falsas

Existen muchos mitos y creencias falsas sobre el autismo que han provocado y siguen provocando sufrimiento, incomprensión, un trato injusto y la ausencia de los apoyos necesarios en el espectro y sus familias.

Algunos de los mitos o creencias erróneas más habituales son:

- FALSO: <<Son personas que están enfermas>>

El autismo no es una enfermedad ni algo que se contraiga, se contagie y por ende se cure. Es más bien una manera diferente de ser humano, de estar en el mundo.

- FALSO: <<Está causado por las madres y padres o por una mala educación>>.

Pese a lo mucho que se ha avanzado en el conocimiento científico del autismo, aún podemos encontrar resquicios de mitos que, especialmente entre los años cuarenta y sesenta, causaron mucho sufrimiento a las personas en el espectro y a sus familias, especialmente a las madres, del desarrollo diferente de sus hijos, afirmando que era una consecuencia de modo en que los educaban y se relacionaban con ellos ("mito de la madre frigorífico", "mito de la inteligencia secreta"). En la actualidad, ninguna persona con un conocimiento sólido y científico sobre el autismo podría sostener este tipo de ideas.

- FALSO: <<Las personas en el espectro del autismo son genios>>

Algunas personas en el espectro llegan a desarrollar un talento o una habilidad extraordinaria en áreas como el dibujo, la música, el cálculo mental, o una memoria excepcional para almacenar datos. A este tipo de habilidades avanzadas se las ha denominado "islotes de capacidad" y a las personas que las poseen "savants". La admiración que provocan estos talentos (muchas veces sobrerrepresentados en películas y series de televisión) pueden crear expectativas poco realistas sobre las personas en el espectro (ya que esta realidad afecta tan solo a un porcentaje en torno al 10-15%) y causar frustración a la propia persona (que se ve incapaz de responder a las expectativas creadas sobre ella) y a su familia.

- FALSO: <<Las personas en el espectro del autismo tienen todas discapacidad intelectual>>

Por el contrario, podemos encontrarnos también con la creencia equivocada de que tosa las personas en el espectro presentan un funcionamiento intelectual inferior a la media. Los que mantienen esa falsa creencia se sorprenden entonces cuando descubren que algunas presentan un lenguaje exquisitamente elaborado, poseen estudios superiores, pueden alcanzar notables éxitos en determinadas áreas de conocimiento, ocupar puestos de trabajo, y/o formar una familia.

- FALSO: <<Todas las personas en el espectro del autismo deberían ir a escuelas especializadas>>

Dada la gran heterogeneidad de personas que se incluyen en el espectro, es natural pensar que no haya un único programa ni lugar ideal para todas y cada una de ellas. Pero si bien hay personas con necesidades de apoyo muy intensas que necesitarán atención y entornos especializados, estos espacios podrían encontrarse dentro de las escuelas ordinarias, que es el entorno natural por excelencia. La idoniedad del emplazamiento no dependería tanto de las habilidades y capacidades de la persona en el espectro como de la formación, valores, actitudes, habilidades, flexibilidad y recursos con los que cuente la escuela y sus profesionales para dar respuesta a las necesidades de este alumnado. En cualquier caso, el objetivo deberá ser siempre avanzar "en" y "hacia" entornos menos restrictivos, y más ordinarios e inclusivos.

- FALSO: <<Siempre se aísla voluntariamente, está más feliz solo, a su aire>>

Las personas en todo el espectro del autismo realizan un continuo esfuerzo por comprender el mundo, adaptarse y ser aceptadas y por ello no es raro que puedan necesitar y buscar oportunidades para descansar en soledad y disminuir los altos niveles de estrés producidos por el complejo, caótico e imprevisible día a día.

No obstante, y quizá salvo algunos niños y niñas muy pequeños mientras aún no han descubierto lo que podemos aportarle los demás, las personas en el espectro desean relacionarse, tener amigos, alguien con quien salir, compartir gustos e intereses y sentirse parte integrante de un grupo (sentido de pertenencia). Sin embargo, no siempre cuentan con las habilidades suficientes y entornos sin barreras y amigables que les permitan hacerlo, por lo que muchas fracasan en sus intentos y, desanimadas y exhautas, pueden acabar retrayéndose y refugiándose en una soledad no elegida: soledad que, con frecuencia, puede desembocar en estados de ansiedad y depresión, especialmente en personas en el espectro con mayor funcionamiento intelectual, más conscientes de su diferencia y del rechazo social que pudieran sufrir.

- FALSO: <<Las personas en el espectro del autismo no tienen emociones, ni sienten ni padecen>>   

Por supuesto que tienen emociones, ríen y lloran, se entusiasman y decepcionan, frustran e ilusionan, y pueden sentir cariños arrolladores e intensas pasiones por personas, animales, objetos o aficiones. 

La sensación de algunos de que las personas en el espectro no tienen emociones pudiera provenir de que, en ocasiones, pueden expresarlas de manera singular, idiosincrásica o difícil de interpretar para los demás, podrían estar vinculadas a motivos diferentes a los habituales y compartirlas con menor frecuencia con los demás a través de miradas, gestos, lenguaje, etc.


BIBLIOGRAFÍA 

Horna, M. (2022). Niñas y niños en espectro del autismo. Compresión y estrategias prácticas de apoyo educativo. Madrid: Editorial CCSS







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